En los últimos años, la temática de manejo de basura electrónica (o ewaste) ha tenido mucho auge debido a la problemática ambiental que ha crecido a nivel mundial a raíz del reciclaje informal de los mismos. En enero de 2019, la ONU informe que solo el 20% del ewaste generado a nivel mundial tienen un tratamiento ambientalmente responsable, mientras que la gran mayoría de los residuos es reciclada por el sector informal
En la actualidad existe una infinidad de equipos y gadgets electrónicos que nos facilitan la vida y son indispensables para nuestra productividad y entretenimiento. Estos equipos electrónicos están constituidos en su mayoría de plástico, metales, circuitos electrónicos, baterías y pantallas; a diferencia de una bolsa plástica que esta compuesta 100% de un tipo de plástico o una lata de gaseosa que es 100% aluminio.
Ahora, el primer paso para el reciclaje de los residuos electrónicos es la destrucción de los mismos para liberar sus materiales primarios, como plasticos y metales. Este proceso, sea mecanizado o manual, toma mucho tiempo lo que genera un costo por el recurso humano e infraestructura que se requiere para ello.
El segundo paso es la identificación y separación de los distintos elementos, para determinar los distintos tipos de plásticos y metales que se han obtenido, así como separara componentes peligrosos como baterías, vidrio con plomo, pantallas y otros. Esto es una tarea complicada y muy importante para definir el tratamiento mas adecuado a cada tipo de material.
Como consumidor responsable, la próxima vez que adquieras un equipo electrónico, exige al comercializador o fabricante que cumpla con su responsabilidad y realice campañas de recolección de residuos electrónicos
Los residuos electrónicos, a diferencia de los plásticos, papel, cartón y otros, tienen en su composición una gran cantidad de metales pesados como Plomo, Mercurio, Arsénico, Cadmio, Níquel y sustancias toxicas que requieren un tratamiento especializado para neutralizar su toxicidad. Estos tratamientos de confinamiento, inertización, o incineración son muy costosos e imposible de evadir si se quiere evitar que contaminen el ambiente y danos a los humanos.
Finalmente, tenemos los materiales que tienen un valor positivo para comercialización como es el caso de los metales, sin embargo, los metales son apenas el 20% de la composición de los residuos electrónicos, por lo tanto, no es suficiente para compensar los costos del capital humano, infraestructura y tratamiento que se requiere.
Es por esta razón, que a nivel mundial se promueve la Responsabilidad Extendida del Productor que hace responsable a las empresas fabricantes de equipo electrónicos de financiar las campañas de gestión de los equipos que distribuyen una vez que estos se convierten en residuos. En varios países europeos y en Latinoamérica, se exige, a través de leyes, que los fabricantes se responsabilicen de sus residuos y provean campañas de recolección a los usuarios finales.