Reciclar una botella de plástico (PET) no es lo mismo que reciclar un celular, una laptop o cualquier residuo electrónico. De hecho, están en ligas completamente distintas. Entender esa diferencia es importante para tomar mejores decisiones de como gestionar nuestro ewaste y las razones porque el tratamiento de estos residuos es costoso
1. No es un solo material. Es una mezcla de materiales
Cuando reciclas una botella de PET, estás entregando un solo material, homogéneo, fácil de identificar y procesar.
En cambio, los residuos electrónicos (RAEE) son una mezcla de componentes: plásticos, metales, baterías, vidrios, circuitos y sustancias peligrosas.
Como explica Marcelo Souza, CEO de una planta gestorora en Brasil es prácticamente una tabla periódica aplicada, cada componente requiere un proceso distinto. Nada se puede reciclar de forma simple ni con maquinaria básica. Nada puede reciclarse sin desmontar, clasificar y separar primero. Pensar que “todo entra a una máquina y sale reciclado” es una fantasía.
Por ejemplo:
2. Riesgo ambiental y de salud real
El PET puede contaminar si termina en la naturaleza, pero no es un residuo peligroso para su manipulación, o para las personas o para su reciclaje
Los RAEE sí lo son! Contienen materiales tóxicos como plomo, mercurio, cadmio, gases refrigerantes o baterías de litio que pueden incendiarse o explotar si no se manipulan correctamente.
Además, el mal manejo de estos residuos puede contaminar agua, suelo y aire. No se trata de “basura comun”, sino de residuos que, si no se tratan bien, generan daño real.
Por eso necesitan procesos controlados, operadores calificados, normativas estrictas. No es un favor que hacen quienes reciclan electrónicos: es un servicio ambiental especializado.
3. Procesos para separar y mas procesos para reciclar
Reciclar PET puede hacerse con maquinaria sencilla para cortar, lavar, y extrudir. Es decir, la materia prima (la botella) es directamente transformada en productos nuevos
Pero reciclar ewaste requiere infraestructura compleja y costosa para primeramente separar todos los materiales, y que luego cada uno de esos materiales tenga un proceso de trasformación como el de las botellas
Hay que:
- Desmontar equipos manualmente o mecánicamente para separar sus materiales
- Extraer y aislar vidrio con plomo de monitores o cristal liquido de pantallas
- Procesar metales con tecnologías químicas (a veces fuera del país)
- Separar plásticos o mezclas de plásticos (como ABS y PS), incluso si son negros y no se pueden identificar visualmente.
- Extraer gases refrigerantes con métodos térmicos controlados.
- Manejar baterías bajo protocolos de seguridad estrictos.
Y todo eso en una sola planta, porque los RAEE van desde juguetes electrónicos hasta laptops y sistemas de sonido.
¿Te sigue pareciendo que es como reciclar una botella? No. Es otra historia completamente distinta. Todos estos procesos solo nos permiten separar los materiales, que posteriormente tendrán otros procesos (como los de las botellas de plástico) para ser transformados o procesos de disposición final
4. El mito del valor: el ewaste es super valioso
Sí, los electrónicos tienen oro. Pero también muchos materiales que no tienen ningún valor o que inclusive hay que pagar para que sean procesados
- Un celular tiene entre 25 y 50 miligramos de oro.
- Una TV vieja, menos de 0,05 gramos.
- Para obtener 1 tonelada de circuitos de celular, se necesitan entre 10 mil y 8.000 equipos. ¿Y cuánto oro se extrae? Unos 300 gramos, con suerte.
La realidad es que los costos de tratamiento superan ampliamente el valor del material recuperado. Una gran parte del peso de estos residuos está compuesta por plásticos mezclados o de difícil separación, que no tienen valor comercial (a diferencia del apetecido PET) y no pueden reciclarse fácilmente con tecnología convencional. Existen otros materiales como pilas, baterías, aceites, vidrio con plomo que deben ser destruidos, incinerados, confinados y eso tiene un costo mucho mas alto que cualquier valor positivo de los materiales.
Pensar que los residuos electrónicos “valen” y que alguien te tiene que pagar por ellos, es como pensar que los medicamentos vencidos también deben tener valor. Lo cual no nos hace sentido. Durante años nos han dicho que todo residuo tiene valor. Que separar es reciclar. La realidad es que no todos los residuos son iguales, no todos se procesan igual, no todos son valiosos, no todos son materiales simples y es nuestra responsabilidad elegir la alternativa mas técnica y menos contaminante para su tratamiento