Imaginemos un mundo donde cada dispositivo electrónico que ya no usemos pueda transformarse en un motor de cambio hacia un futuro más sostenible. En esta época de cambios, cómo manejamos nuestro e-wastes no es solo una respuesta a un problema, sino una revolución para el cuidado de nuestro entorno, y asegurar la sostenibilidad de la industria IT
Entonces que nos hace falta?
Desafiar la situación actual
Hace poco, vivíamos en una época donde el tema de e-waste o residuos electrónicos era como el «Viejo Oeste». Las reglas eran escasas, las certificaciones apenas eran conocidas y los consumidores que necesitaban deshacerse de sus residuos tenían muchas dudas respecto las diversas opciones que existían.
Con políticas insuficientes, algunas organizaciones tienen prácticas antiguas como vender sus residuos electrónicos, muchos de esos equipos aun contienen data de la organización y de sus clientes. Otras organizaciones buscan donar sus residuos electrónicos, convencidos de que están ayudando a fundaciones que trabajan en temas sociales, cuando en realidad lo que se logra es transferir el problema de la basura electronica a estas fundaciones
Las organizaciones aun tienen practicas antiguas de baja de activos como la venta o donación
Crear un futuro con?… responsabilidad
La clave para solucionar esto es cambiar la forma en que pensamos sobre el reciclaje. No se trata solo de resolver un problema, sino de construir una forma de vida más sostenible. Imagina un mundo donde las empresas, especialmente aquellas que más residuos generan, adoptan prácticas sólidas de reciclaje, con una evaluación de gestores que asegure que los residuos serán procesados de manera técnica y ambientalmente responsable; pero sobre todo aceptando la responsabilidad económica de la gestión técnica de esos residuos.
Todas las partes interesadas no solo entienden el impacto ambiental, sino que están convencidas de los beneficios ambientales y sociales de gestionar adecuadamente sus e-waste, pero sobre todo de todos los riesgos reputacionales y de data que se están evitando con prácticas adecuadas. Es un cambio de mentalidad donde el reciclaje va más allá de evitar riesgos y reducir costos, para incorporar valores más amplios como los ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
El reciclaje se ve mas alla de generar algunos ingresos, para ser una herramienta poderosa dentro de la estrategia ESG
Porque nuestros clientes son clave?
En este cambio, el poder recae en los clientes. La sostenibilidad no es algo lejano, sino una realidad que depende de las decisiones que cada cliente toma al momento de que sus equipos electrónicos han llegado al final de su vida. La clave es modificar la manera en que los consumidores interactúan con sus residuos electrónicos. Es hora de ver el potencial que tienen esos residuos de generar oportunidades para prácticas sostenibles, reducción de carbono, y sobre todo de generación de fuentes de empleo socialmente responsables
A medida que nuestros clientes cambian su forma de ver el reciclaje, es esencial medir y destacar el valor y los impactos de las practicas responsable de reciclaje. Consideraciones como las ambientales, sociales y de gobernanza, junto con la reducción de riesgos que a menudo pasan desapercibidos, deben ocupar un lugar central. Como consumidores debemos comprender que la responsabilidad de un Ecuador lie de contaminación por e-waste no es un dolor de cabeza más, sino una inversión en un futuro próspero.
La sostenibilidad depende de las decisiones que los clientes toman al desechar sus residuos
Iniciando un cambio con impacto global
Para facilitar este cambio, es crucial proporcionar a los clientes recursos de organismos de certificación, autoridades y plataformas educativas. Estas herramientas capacitan a las organizaciones para desarrollar políticas de reciclaje integrales, e identificar soluciones alineadas con su compromiso con la gestión ambiental. Juntos, participemos en un esfuerzo colaborativo con expertos en reciclaje, guiando un cambio global que coloca la sostenibilidad firmemente en manos de aquellos que sostienen los dispositivos desechados: los clientes.